domingo

Vuelta al mundo de mis ideas.

Recuerdo que las últimas frases que he escrito eran unas líneas para un trabajo. De escribir porque sí, apenas me acuerdo. Estoy un poco desentrenada, mis palabras enlazadas se han convertido en folios en blanco, pero espero que no se me haya olvidado como hacerlo. Esto no es un borrador, es el definitivo, es lo que es. Sin vuelta de hoja, sin doble sentido. Es el primer y único boceto de lo que pasa en mi interior.
Ya no me queda más texto para remontarme al pasado, y lo que queda, no es válido ni aceptable, solo eran lloriqueos estúpidos sin valor añadido. De todas maneras, revisaré por ahí, entre los escombros si de mi "época oscura", aquella que no he retomado y de la que no se poseen datos (al menos, escritos), queda algo que me haga rememorar lo que era mi anterior yo. Ya sabéis, por si acaso queda algo que me ayude a ubicarme hacia donde se dirigieron mis pasos después de esa vorágine en la que parecía que estaba sumida mi vida antes de dejar de escribir. Pero he de decir, en defensa de esa adolescente que a ratos los sentía todo de verdad y otras era mera locura adolescente, que solo escribía cuando un sentimiento realmente fuerte me llegaba, y pocas veces era tal la felicidad que me embargaba tanto como para ponerme a relatar cuan contenta estaba. Así que he aquí el porque de todo lo anterior.
También dejé de lado mis historias y mi particular inventiva. De verdad que era alguien con mucha imaginación, pero creo que otros factores han ido mermando mi capacidad de soñar mundos paralelos inexistentes con personajes de increíbles poderes para tornarse todo más racional y calculado. Todo se ha vuelto frío, aunque no sé si predecible. Tantas veces he pensado en retomar mis asuntos pendientes que mis cuadernos me insisten con gritos sordos y yo los he dejado pasar, con la cabeza llena de buenas intenciones. Creo que esto es un comienzo. Espero que no termine aquí. Hacía mucho que no escribía, pero esto es un principio.