miércoles

-My last resort-

No es la primera vez que escribo una carta dedicada y no mencionada hacia alguien de fin de una época. Tantos años que no sentía tampoco la necesidad de dejarlo plasmado en ninguna parte, para que no se me olvide que esto pasa. Tanto en las relaciones más fuertes y con las que creías más insondables. Como siempre, esto es un cajón de sastre, pero me explico.
He cerrado un ciclo para siempre. Y a la vez que no me parece una idea dramática, se me está tornando una de las más duras. El cierre de ciclo siempre puede traer cosas nuevas. Un "cuasi" borrón y cuenta nueva con el que comienzas con nuevas inquietudes, nuevas metas. A veces, con un cambio de aires. Esta vez ha sido así. 
Estoy en proceso de cambio radical en lo que era mi vida hace un año, por ejemplo. Es casi de coña, parece una broma que, para seguir con el tópico, si me lo hubiesen comentado hace un año, me hubiera reído amargamente y me hubiese vuelto a meter en la cama a descansar. Pero así ha ocurrido. No puedo sentirme más feliz por esto, por mi cambio mental, por mi actitud ante la vida y sobre todo, por la gente con la que me estoy rodeando. Es gracioso, porque no puedo encontrar otro verbo mejor que sentirme absolutamente afortunada de haberles encontrado. Maravillosas personas a las que estoy ansiosa y con muchas ganas de conocer, uno a uno y en profundidad. Una multitud nueva de cabezas alucinantes. 
Sin embargo, hoy no es para ellos, si se me permite la licencia. Hoy, sin haberlo previsto, algo que no tenía por qué pasar del más inocente de los comentarios, ha provocado que un millar de ideas se desenvolvieran ante mis ojos para abrírmelos más aún, El resultado darme cuenta de que a la vez que he ganado en algo, lo he perdido por otro lado. A continuación, me ha envuelto una calidez propia de la melancolía que se ha ido mezclando cruelmente con un frío que me ha cubierto por entero. Simplemente eso, que no van a volver. Nunca más. Por mucho que hubiese una voluntad igual de fuerte por cualquiera de los lados. Han pasado muchos años, y tú no eres tú. Eres otre. Lo mismo que elles. Aunque no hayan cambiado vuestros gustos, vuestras formas de pensar, ya no están. Ya no estás para elles. No contarán contigo, no pensarán en ti de repente y te llamarán. Si se acuerdan de ti porque piensen que te gustaría X, no te escribirán corriendo por ello. Se quedará como pensamiento residual dentro, a lo mejor acompañado de un "¿Qué será?", porque lo que te cuenten 3as personas nunca se acercará ni un milímetro a cómo te lo contaban elles, su manera de expresarse, cómo lo sintieron. Les viste crecer, y sólo te quedan recuerdos. 
En los recovecos que se encuentran dentro de mí, creo que podré decir que les echaré de menos, y que también el dolor va a menguar. Que habrá momentos en que ni me acordaré de su existencia, como elles de mí. Pero todo lo que vivimos, no nos lo va a quitar nadie. 
Ahora, me voy a permitir otra licencia, y es ponerme personal, con ellas dos. Me hicisteis feliz. Me disteis tantísimo valor, me cuidasteis como nadie, me hicisteis reír, y a pesar de que no tenía la conexión que teníais entre vosotras, me hicisteis sentir una más. Nos hemos visto crecer codo con codo, y nos hemos tirado de los pelos más de una vez, más de dos, más de diez. Sin embargo, no tengo ninguna duda de que no podría haber deseado nadie mejor con el que compartir tantos años de mi vida. Sois alucinantes, las dos. Bellas personas de las que aprender, y con las que avanzar. Ojalá vuestros caminos sigan siempre juntos, porque os hacéis tanto bien entre vosotras. Os mereceréis siempre más cosas buenas de las que os pasen, y ojalá seáis muy felices. Os quiero. Muchísimo. de verdad. Espero que, a pesar de que echaros de menos me duela tanto, esto se pase, como es el devenir de esta situación, y nunca me olvide de lo buenas que fuisteis para mí. Ojalá nunca os olvide (lo dudo) y de verdad espero que el caminar a vuestro lado os haya dejado algo bueno mío. A mí, desde luego que lo dejasteis, y eso estará por siempre ahí. 
Buenas noches y buena suerte.

domingo

Me hacen verdadera gracia los que tanto se les llena la puta boca con los “!Viva la democracia!”.


La jodida democracia es un sistema pútrido, ruin y deleznable que se compra al servicio del capitalismo más despiadado. La vida como valor de cambio, para seguir el son a la economía. Para que los que más la acumulen, que tampoco son precisamente los que más se la están ganando, sean los directores de orquesta de la sociedad. Qué puta mente enferma aquella que engendró la jodida democracia y le hizo creer al de abajo que es un bien para el que luchar. Han enseñado a amar al verdugo, que prepara el veneno con cuentagotas, y encima aún nos postramos a los pies del mismo para lamérselo con ahínco. 

¿Justicia? ¿Qué coño justicia? Bonito el cuento con el que se aliena. Si se cree en a justicia, a estas alturas, con todo, absolutamente TODO lo que ocurrido, sólo puede significar una cosa: Ya han ganado. 

El problema no es que el mundo no funcione. El problema es que SÍ funciona así, y es que se lo dejamos en bandeja para que esto sea así.

Cuanta furia.

miércoles

Pues eso

-¿Y cómo lo titularías?-.
-Healing-.
-¿Por qué? ¿Te quieres hacer el chulo con el inglés?-.
-Simplemente, en castellano me suena suave. Aunque si digo la verdad, no sé como expresarlo. Intentaré explicarlo. Quiero hacer referencia a las heridas, sobretodo las costras, y su posterior cicatriz. Al picor, y lo que pasa cuando las rascas. Ese escozor al mismo tiempo que vas desprendiendo la costra. A pesar de que, probablemente, luego se infecte. Pero lo sigues haciendo. Por ese regustillo, ese placer extraño al hacerlo. Masoquista y adictivo. Esa sensación momentánea que, al final, sólo consigue que tarde más en cicatrizar la herida y que ésta sea perdurable en forma de marca en la pie. Pero ese sentimiento fugaz y completo. Ese mismo. Que a pesar de que quieras que una herida desaparezca, no puedas parar de rascar para vivirlo-.

Para lo que dan 3 días

Que las memorias me den tregua es algo inútil en mi imaginario. Van a mostrarse ahí, desagradables. Duda hasta del palpitar de mi estómago frente a los recuerdos. Me martirizan, en pasado y en presente.

-

Hoy se ha unido el tiempo para atormentarme.. No sé a qué hacer frente antes. Mucho debí haber gritado, en otros momentos debí haber puesto esfuerzo. Pero esto tiene poca solución ahora. He caído en la hecatombe.

-

Así se me muestra el futuro. Tan incierto como voluble. Mi presente es mediocre, y cómo me repulsa.

-

Ha sido llegar y que me arrulle la desconfianza. La ansiedad. La ira. Ha aparecido todo lo que he bloqueado en mi cabeza. Mierda. Estoy cayendo otra vez.

-

Shit. Shit. Shit. Shit. Bocazas. Fuck.

-

Es extraña esta sensación de medio desamparo, medio abandono. La de aparecer y no verla, me refiero. Los pensamientos eran como un bombardeo, y a su vez, me han dejado en una calma insensible. Curioso, este bicho que tengo dentro.

-

- En realidad, - Pensé en decir - debería agradecertelo. Has conseguido que no sienta absolutamente nada. Me has convertido en el monstruo que siempre he deseado ser-.

-

Intercambié las palabras que debí decir por las que no lo debería haber hecho nunca.

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Mientras, mentiras de lenguas viperinas e interesadas.

-

Menos mal que me quedan dos días aquí.

viernes

Triggered. Shots fired... Boom. Headshot.

Que mal me viene siempre verte. Cuando me creo cabal, acabas enloqueciéndome. El gato se tiene que volver a lamer las heridas, mientras procura saborear la sangre, el pecado. Eres mi estrella fugaz de la mala suerte. Si antes eras mariposa, ahora estás en llamas, y me quemas contigo.
Convulsos estos tiempos en los que apareces, sobretodo porque creí que me había acostumbrado a vivir sin tu revoloteo. Sinceramente, no fue el encontrarte frente a mí lo que me destruyó. De hecho, me mantuve mucho más firme de lo que hubiese imaginado. Sin embargo, me felicité antes de tiempo, cuando creí que había superado la prueba sin despeinarme. Fue ese olor en la despedida final. El olor a recuerdos, a calor, a memoria de hormonas revolucionadas y sexo feroz. A muerte en vida y paraíso descubierto. A infierno añorado.
Mierda. Sucumbí en mente. Justo lo que quería evitar.