viernes

Publicado el 4/07/10. Título: CaotismoDestrucciónDecadencia

Me encuentro en medio de la más absoluta anarquía mental. Todo es un caos en el que nada tiene sentido, en el que arriba es abajo y viceversa, donde los pensamientos irracionales vagan a sus anchas y el miedo es el amo poderoso de cada rincón.
Me dí cuenta de que han huido los aliados. No aparecen los apoyos. Han volado.
Cada palabra me parece una mentira más grande que la anterior, y aún observo incrédula de boca de quien salen tales comentarios. Las miradas son odio de fuego líquido. Los susurros suenan tan alto como cañones disparados en mi oido. Las burlas son tan verdaderas como hirientes. Cierro los ojos para no ver, me tapo las orejas para no oir, y aunque sé todo lo que está pasando, decido hacer como que no me importa lo que ocurra, como si supiera lo que me deparará el mañana.
El respirar se me hace prácticamente insoportable, los chillidos de dolor con los que repentinamente decide acosarme mi imaginación me atormentan hasta el borde de las lágrimas y espero cada noche despertar de esta pesadilla a la que no sé como calificar. Quiero chillar como si mi vida dependiera de ello. Quiero huir a cualquier lugar y ver que todo ello ha sido producto de un bizarro sueño. Y despues ... no sé lo que quiero.
He llegado a un punto en que dudo entre si es mejor la vida o la muerte...
Puedo decirlo con total seguridad. Estoy perdida. Estoy aterrorizada. Todo me asusta. Ya sé lo que es el miedo. No sé como salir de aquí. Estoy en un bucle infestado de pánico. No encuentro nada inofensivo. Todo tiene un factor de peligro elevado. No confio en nadie ni comprendo el porqué de tener que hacerlo... Ni siquiera si tengo ganas de intentarlo.
Me encierro con esperanzas de paliar el descontrol sola, pero lo que consigo es tener arcadas en esta situación de extrema claustrofobia. Desespero y salgo, por cambiar de sintonía, para ver si me despejo y se aleja de mí la maldición. Por horas consigo mantener alejado el dolor. Determinadas personas, determinados lugares, determinados momentos hacen que esto llamado vida sea soportable; aunque en algunas situaciones en que la cabeza deja de darme guerra y me deja unas horas de descanso percibo esos sentimientos. Esos que me dicen que nada será igual. Provienen de esas personas vitales en tu vida que ahora evitan mi mirada y se callan cosas. Que con un silencio hacen elocuentes nuestras conversaciones. Esos silencios que dicen " Ya no te queremos aquí ". Luego se guardan sus pensamientos y lo hacen. Lanzan esa sonrisa de circunstancias, la que no suele doler, pero dependiendo de quien la lance te planteas seriamente si una tortura no sería más placentera. Así vuelvo a casa, con la sensación de derrota y con mis esperanzas raídas de tantos esfuerzos; la capa caida y la felicidad carcomida.
A duras penas recuerdo lo que era que no me engañaran esos ojos en los que creía ciegamente y posaba mi más debota fé en ellos. Si dijera que no entiendo el porqué de todo esto sería hipócrita. Claro que lo sé. Yo he sido el primero en abandonarlo todo, en desechar cada cosa que me ofrecían, en olvidar el brillo en mi mirada, en dejar de creer en mí mismo...
Fuí el primero en cambiar. Arrasé a mi paso cada brizna de cordura que crecía y me dediqué a sumergirme en la decadencia, pensando que así realmente perseguía la forma de disfrutar de la vida. A lo mejor sí lo era. Sí es así, no me ha convencido.
¿Volverá mi anterior yo? Porque se me ha olvidado como era. Dicen que era tímido, dulce y luego un torbellino. Que siempre estaba ahí para todos. Que era una persona valiente. Que era un romántico empedernido. Que regalaba una sonrisa a cada persona que me mirase. Que creía en el amor por encima de todas las cosas. Me río cuando lo pienso en ello. ¿De verdad he sido así? Porque parece que hablen de otra persona, otro chico con la inocencia y la felicidad pintadas en el rostro. Me fascina cuanto se puede llegar a corromper una persona. Lo que hace el egocentrismo y el egoísmo. Lo que he hecho a mi propio yo.
¿Esto es un adios para siempre al niño que fui? ¿Es esto lo que llaman "madurar"? ¿Quién fué el hijo de puta que lo inventó? ¿Es a lo que estamos destinados? No sé. Ya no sé ni lo que quiero.
No recuerdo mi pasado. Mi presente solo es caos. No tengo futuro. ¿Qué estoy haciendo con mi vida? Todo es demasiado confuso. Puede que haya muerto y que esto sea el Limbo. Puede que este estado sea mi condena eterna. O simplemente esté en coma. O que todo esto sea producto de mi locura y esté en un hospital psiquiátrico teniendo uno de mis innumerables delirios.
No sé nada.Solo creo que no me importaría despertarme.

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