lunes

5

1, 2, 3. Eso fue lo último que oí de tí, las últimas palabras que salieron de tu boca, que rozaron tus labios y notaron el calor de tu aliento. Tu imagen sigue campando a sus anchas por mi cabeza. Es que haces tu aparición y te esfumas cual fantasma, dejando tu estela particular en mí, formando pensamientos, sonidos, olores y sentimientos; que antes coloreaban un poco más mi mundo. Ahora solo lo oscurecen.
Recuerdo el verano como una estación lejana y alegre. Estabamos tan llenos de vida ... Todos esos momentos juntos se grabaron en mi retina. Craso error. Su último entretenimiento es atormentarme cuando olvido olvidarte. No paro de escuchar esa canción que tanto te gustaba, y esa otra, la nuestra, la que me encantaba cantar contigo. Esa que estoy escuchando para acordarme de tí.
También recuerdo esa noche, en la que yo contaba los segundos que tardaría en volver a oir tu voz. -1, 2, 3 ... ¡despierta!- me susurraste al oido. Abrí los ojos y ahí estabas, sonriendo como nunca lo habías hecho ... y eramos felices.
Llegó el invierno y se desvanecieron las ganas de seguir. La amargura nos corrompió. Los días se volvieron tas grises como las nubes que poblaban el cielo. Cuando nuestras miradas se cruzaban, un gran abismo había crecido ante nosotros, tragandose la felicidad. Yo no quería saber nada. Me negaba ha aceptar que el cuento de hadas tuviera fin. Cuán egoísta fuí ...
Todo terminó, y te perdí. Mediante cartas intenté encender la llama del amor de nuevo. Necesitaba seguir manteniéndote, no creía que volviera a recuperar el rumbo ... Pero al poco tiempo mi mente en un intento inútil de autoprotección me obligó a ausentarme de todo, y me hizo eliminarte al completo. Dejé de pensar por mi cuenta. Era como si viese en una sala de cine la vida de otra persona. En ello, reí ... viví ... disfruté sin que estuvieras ahí. Sería absurdo a estas alturas negar que no probé otros labios tras los tuyos. Dejé de escribirte. Sé que cometí la mayor equivocación de mi vida.
Ahora te echo de menos, y sigues tan presente en mí como antes. Más, me atrevería a decir. ¿Por qué, de repente, tú de nuevo? No lo sé.
Con esto no pretendo redimirme ni exculparme por lo que hice. Solo me apetecía escribirte de nuevo para que supieras que no te he olvidado y que no creo que lo consiga. Porque la persona a la que más he amado, amo y amaré.
Por eso ...
Bueno, por eso y porque 1, 2, 3, y hasta 4 semanas hace que no te escribo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario