viernes

Publicado el 04/03/10. Título: La nada.

El frío me atraviesa como miles de cuchillas y congela cada uno de mis miembros, rompiendo mis frágiles huesos. Mi aliento se lo lleva el viento en un último suspiro, aquí, en este bosque espeso en el que tan pocas veces sale el sol. ¡Qué pocas veces lo hace! Cuando se ve entre los huecos de las hojas, veo recuerdos que me calientan el corazón; y con ellos llega la esperanza. Pero de repente llega la tormenta, y el sol desaparece. La lluvia me enfría y las gotas ácidas que caen me laceran la piel, pero ya no me aparto.
Lo intenté, pedí ayuda, grité... pero estoy cansado de ese incesante blá, blá, blá. No quiero palabras y futuras promesas, ¡quiero salir de aquí!
Ahora estoy acostumbrado a la lluvia. Me duele, lo reconozco, pero no tanto como antes. Parará, como todo. Lo malo es cuanto tiempo podré aguantar.
La lluvia para. Las piernas me flaquean y me tumbo, ya que es lo único que me queda. El viento sopla en un vaivén sin sentido. Es la incoherencia en su más puro estado. Es una locura.
¿Disfrutar? Qué estúpido suena ahora. Frío y amargo invierno, inúndame y llévame pronto. Cúbreme con tus tibios brazos en tu abrazo mortal. Redúceme a la nada.
Huyeron mis ganas de correr, de luchar... Atrás quedan los días de gloria y felicidad. Es mi eternidad. Sé que no puedo determinar qué me depara el futuro, ni si me sacarán de aquí. No puedo predecirlo, pero me da igual.
No tengo ganas de restaurar mi vida. Es inútil.
"Vivir para ver", dicen. Vivir para ver la destrucción de uno mismo. Menudo destrozo. Es que no me apetece ni llorar, ni reír, ni soñar, ni nada. Caigo en todos los vicios posibles y me muero poco a poco. No hubo razón suficientemente importante para empezar, no hay ninguna explicación válida para seguir haciéndolo ni una excusa para no parar. Pero no sé porque, no me importa. Voy a morir igualmente, antes o despues. Me da igual decepcionar, estropear, asquear, ... Estoy perdida desde el principio.
Todo termina, como mis ganas de continuar expresandome aquí, como mi corazón con su ligero latir, como un suspiro nacido de tus labios.
¿Qué queda? Promesas rotas. Falsos sentimientos. Solo mentiras.
No hay amor. No hay sentimientos. No hay razón. Solo locura. ¿Y este cúmulo de cosas qué es, te preguntarás?
Es la nada.

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